martes, 9 de mayo de 2017

CHAMARTÍN DE LA ROSA

VIII

CHAMARTIN   DE  LA  ROSA




                            Claustro  del CEIP  San Juan de la Cruz (hacia el 90)
                        

En Madrid llegaba para mí lo que parecía el final de un ciclo. La nueva ley de Educación de 1990 venía a ponerlo todo patas arriba a la vez que mi espalda malamente se reponía en veranos de natación. Cuando asistía a un curso de Actualización Científico-Didáctica de las Ciencias Sociales enfocado a los nuevos puntos de vista, tenía la impresión de haberlo hecho todo en la enseñanza de la Geografía,  Historia y Arte. Convencional, en algún sentido, pues tomaba como base los textos de la editorial Santillana, apegados al discurso narrativo cronológico de la Historia que algunos profesores se saltaban a la torera para dar interpretaciones más o menos marxistas, economicistas o sencillamente sociales. A este respecto había hecho algunos “pinitos” en Móstoles encargando a los alumnos/as encuestas para la realización de estadísticas,  planeaba crear mi propios  apuntes... El cambio a San Blas para enseñar inglés exclusivamente, que empezaba a ser muy demandado, frenó estos intentos. Compartir claustros con un profesorado conservador me hizo reflexionar sobre la falta de conveniencia de adoptar, en solitario, didácticas demasiado avanzadas.


                                 Alumnos del Ciclo Superior de EGB

La demanda en el último colegio madrileño era clara en un barrio de funcionarios y clase media: preparar a los estudiantes para obtener el Graduado Escolar que les abría la puerta del Instituto de Bachillerato y en ello puse todo mi empeño. Me ocupaba del Inglés y las Ciencias Sociales de todo el Ciclo y aún debía completar horario con alguna Ética y Plástica. Tuve un ramillete de magníficos chavales y chavalas y en estas, como si no hubiera pasado el tiempo, atisbaba destellos de la pánfila que yo había sido a su edad.




        Siempre agradeceré la profusión de publicaciones divulgativas de  instituciones públicas como Ayuntamientos, comunidades etc. sobre sus áreas de influencia, pues fueron la fuente sobre las que muñí mi trabajo de fin de curso de especialización antes citado. Empezando por la Historia de Chamartín de la Rosa de Alicia Díez de Baldeón y Flora López Marsa sobre una tesis doctoral y siguiendo por variedad de folletos y opúsculos del tipo de Madrid para los niños o Cuadernos Madrileños. Utilicé además revistas de Historia 16 que coleccionábamos media España, los libros de texto y de Lecturas de España de 2ª etapa de EGB de Santillana, algunos  mapas de la capital y del distrito y poco más.


         La intención y la realidad del trabajo fue superponer a la historia del distrito, la de Madrid y la de España durante  la Edad Media, Los Austrias, el siglo XVIII y la guerra de la Independencia, el siglo XIX  y Primer Tercio del siglo XX, quedando a las puertas de la Guerra Civil.


       Chamartín de la Rosa, que empezó siendo un pueblo a una legua y pico de la capital, como Fuencarral, Vicálvaro, Canillejas, Carabanchel o Vallecas, pasó  de realengo a ser vendido en el aciago siglo XVII a un particular para terminar en las manos del Duque de Pastrana, luego del Infantado, a pesar de las protestas de los vecinos.

        Su origen está relacionado con la fundación de Madrid en el siglo IX  y el traslado de agua desde la Alcubilla, en el distrito, con algún tipo de población musulmana.
          En la reconquista de Madrid por Alfonso VI participaron algunos caballeros franceses que recibieron tierras para repoblar, entre ellos el caballero Martín a quien se le adjudicaría una pequeña aldea o Cha-.

                          Plaza del pueblo de Chamartín. Actual Plaza de Pastrana

Podemos imaginar Chamartín como cualquier otro pueblo castellano de la Edad Media. En la Moderna el nivel de vida de los pueblos era muy bajo y los estamentos sociales, los procedentes de la era anterior.
En 1785 el censo del pueblo de Chamartín era de 35 vecinos con predominio casi absoluto de la población rural y producciones de cebada, trigo y garbanzos. Con todo, su proximidad a la capital del reino en pleno esplendor y crecimiento no dejó de afectarle.

                                                    La  era   (Goya)
        
       A mediados de siglo XVIII en España, los ilustrados inician una reforma agraria que apenas prosperó por miedo a contagiar al pueblo de las ideas de la Revolución francesa.

        En el trabajo se puede leer que la Ilustración se inició en Francia y que consideraba la razón como la única fuerza capaz de asegurar el progreso y criticaban la superstición y la religión mal entendida. Sentían un gran amor por la naturaleza y buscaban la utilidad de los avances de la ciencia que fueron muchos en la Física, Química, Astronomía, Fisiología, Zoología, Mineralogía, Botánica, etc. Los reyes Borbones se ocuparon de que Madrid tuviera amplias calles y paseos y se instalaron nuevas fuentes, árboles y obras arquitectónicas dedicadas a la Ciencia y la Cultura: el Gabinete de Ciencias Naturales (hoy Museo del Prado), el Jardín Botánico y el Observatorio Astronómico.
                                              


                                                            Partida de caza  (Goya)

        El nivel de vida de los núcleos rurales seguía siendo muy bajo y los estamentos sociales los procedentes de la Edad Media. A este respecto, el Duque del Infantado poseía dos fábricas de jabonería, una de chocolatería y dos abacerías. Si bien, lejos de la libertad de empresa, el Consejo de Castilla protegía la economía de la Villa y Corte, los vecinos de Madrid, muchos de ellos guardias de corps, solicitaban los productos agrícolas e industriales de nuestra localidad.

    A Chamartín de la Rosa  llegó Napoleón por la carretera de Francia, que pasaba por allí, a primeros de diciembre de 1808  después de que sus jinetes polacos despejaran el desfiladero de Somosierra en una de mayores hazañas de la caballería de todos los tiempos. Instaló su cuartel general en uno de los palacios del Duque, previamente incautado.
      Palacio del Duque de Pastrana
La defensa de la ciudad se organiza apresuradamente. La guarnición solo consta de 3.000 hombres. Vacilan unos, huyen otros, la población civil  pide armas . La caída de Madrid es inevitable  y los miembros de la junta rebelde improvisada, Bernardo de Iriarte y Tomás Morla, solicitan el alto el fuego al propio Napoleón en su puesto de mando a medio camino entre Chamartín y el Retiro. La Junta Central se había retirado a Aranjuez y la resistencia desesperada no tuvo ninguna posibilidad.

        Bonaparte, después de dictar las típicas medidas de lo que llama la regeneración de España, vuelve a cruzar la sierra de Guadarrama en medio de una gran nevada el 22 y 23 de diciembre. Persigue hasta La Coruña a los ingleses auxiliados por guerrilleros españoles,  que se habían adentrado en Castilla. Recibe las malas noticias de las intrigas parisinas y de la movilización de Austria y no volverá a pisar suelo español en donde había restablecido a su hermano José I.
La política reformadora viene descalificada a los ojos de la mayoría de los españoles por haber sido impuesta por un extranjero después de una invasión militar. Presenta puntos comunes con la que van a emprender en Cádiz los liberales patriotas. 
                                 


EL SIGLO XIX
Madrid se moderniza, se construye el Palacio del Congreso de los Diputados,  se derriba la cerca de Felipe IV y se construye el Ensanche. Se revalorizan terrenos que ponen en marcha un desenfrenado movimiento especulatorio en una ciudad que se aproxima a los 300.000 habitantes. El Plan Castro preveía un espacio para la ciudad en los 100 años siguientes. Era el comprendido dentro de las rondas: Ronda de Segovia, de Toledo, Calles de Reina Victoria, Raimundo Fernández Villaverde, Joaquín Costa, Francisco Silvela, Doctor Esquerdo.


                                         PASEO DE RECOLETOS

      Al tiempo que se realizaban estos barrios los arrabales y los pueblos cercanos a Madrid siguieron creciendo y allí se instalaban las familias más humildes. Surge el concepto de extrarradio. Así aparecieron las primeras casitas del barrio de la Guindalera o la Prosperidad (propiedad original de Próspero Soynard)  ajenas a toda ordenación.

        En 1892, el arquitecto Arturo Soria inicia su proyecto de Ciudad Lineal, ejemplo de lo que eran las ciudades-jardín que se estaban generalizando en Europa, es decir, el proyecto de acercar el campo a la ciudad para poder unir las ventajas de uno y otro.



                                         El distrito en la actualidad
        
        En 1900 las 910,6 hectáreas del actual distrito de Chamartín eran un gran vacío con tres pequeños núcleos bien diferenciados: uno al norte constituí-
do por Chamartín de la Rosa, con una población de 4.500 habitantes, al que ya llegaban dos líneas del tranvía del extrarradio de Madrid. La primera llegaba a Cuatro Caminos y enlazaba con Chamartín y Fuencarral pasando por Tetuán; la segunda entra en funcionamiento en 1903 y era una línea de gran extensión que cubría Ventas-Ciudad Lineal-Cuatro Caminos, pasando por Chamartín. 


       Uno al sur, que lo constituye la vivienda obrera de la Prosperidad.
       Otro intermedio sobre el margen de la vaguada de la Castellana, formado por las grandes fincas de la burguesía, como las quintas de Villa Rosa, Pinillos, Maudes, etc.
                                 Familias de obreros sin casa y sin trabajo


        Al hablar de los colegios de Chamartín hay que empezar por el del Sagrado Corazón, que fue fundado en los principios del siglo XIX por las religiosas de Santa Magdalena Sofía de Barat en terrenos cedidos por el Duque de Pastrana, que con el tiempo resultó ser carlista. En él se educó toda la buena sociedad del momento. En 1931 se produjo un incendio, en opinión de algunos provocado por el pueblo. En 1974 se construyó el nuevo edificio.

        El colegio de Nuestra Señora del Recuerdo de los padres jesuitas tiene casi idéntica historia. El edificio ha sido varias veces renovado y no se conserva la casa original del siglo XVI de la Casa del Infantado.


                                      APROXIMACION AL SIGLO  XX

                                 CALLE  DE  ALCALÁ  Y  GRAN  VÍA

      En 1919 se inaugura el metro en Madrid y se instalaron tranvías eléctricos.
      Se abre la Gran Vía para descongestionar el casco antiguo y los bancos invaden la ciudad que se expande siguiendo las más importantes vías de comunicación que van absorbiendo los arrabales exteriores y antiguos pueblos. Chamartín se une a Madrid por el barrio de Tetuán (que en este momento pertenece a su término municipal) a lo largo de la actual calle de Bravo Murillo que era la salida de Madrid hacia el Norte.

        La inauguración en 1929 de la prolongación de la línea del Metropolitano Alfonso XIII en su tramo Cuatro Caminos-Tetuán fue un acontecimiento y el primer paso importante hacia la unión sólida de Chamartín con Madrid aunque el sistema más usado era el tranvía.


        Para paliar la escasez de viviendas para los obreros se hace la Ley de Casas Baratas surgiendo las llamadas “colonias”, que pretendían ser una reducida ciudad-jardín; se edificaron muchas en el distrito debido al bajo coste del suelo y aún ocupan una extensión considerable en su morfología actual a pesar de las tremendas agresiones que el tipo de vivienda unifamiliar sufrió en la posguerra.

                                         Colonia  Socialista
        El distrito tenía 40.000 habitantes en 1929, la natalidad del 32% y la mortalidad del 24%. Ambas muy altas, la segunda debido a la insalubridad de algunas barriadas y deficiente asistencia médica.
         La ocupación de la población variaba. Habia algunas fábricas o talleres artesanales aunque no puede decirse que fuera un pueblo industrial, si bien muchos, como ahora, se desplazaban a trabajar fuera del mismo. Otros vivían de la agricultura o la ganadería, entre ellos numerosos vaqueros procedentes de Segovia y Cantabria . El comercio era más importante, pero el oficio más característico era el de residuos, de la “busca”  de trapos y papeles; todas las mañanas  bajaban a Madrid a recogerlos para la cría de ganado o para reciclarlos en las fábricas.



                                                    El Trapero. ¿Nuestro tatarabuelo?


       Algunas grandes empresas tenían intereses en Chamartín y en estos primeros momentos de colonización surgen grandes instalaciones benéficas, religiosas y militares, que junto al velódromo, el hipódromo, el Museo de Ciencias Naturales, etc. van a configurar un carácter contenedor de usos terciarios metropolitanos además de residencial. 
       Era habitual oir decir:
¡Yo soy de la Prospe!, ¡Yo  vecino de las Cuarenta!
¡Yo del pueblo de Chamartín!, ¡Yo del Ventorro del Chaleco!
        Las Cuarenta Fanegas debía su nombre a las cuarenta fanegas de tierra que  el Duque de Ahumada regalara para construir el Cuartel de la Guaradia Civil.

        En los años 30 la zona de Chamartín tuvo un notable desarrollo ya que se prevé el crecimiento de Madrid hacia el Norte, prolongando la Castellana tras la demolición del Hipódromo en cuyos altos se proyectó la Residencia de Estudiantes; se comienza a planificar el extrarradio pues hasta entonces toda ampliación al otro lado del Ensanche carecía de cualquier visión unitaria.

        La Colonia Residencia fue construída en la única zona del distrito incluída en el Ensanche; de estilo funcionalista con influencia de W. Gropius fue realizada por una cooperativa de socios de clase media e intelectuales. Fue seguida por la Colonia El Viso, en la zona más alta de Madrid (viso o altura), y acogida como su gemela a la ley de la Segunda República de “Casas Económicas”. Viviendas unifamiliares  tipo “ciudad jardín” tuvieron a Besteiro y a Ortega entre sus ilustres vecinos.

        Se inicia la construcción de los Nuevos Ministerios y continúa la de la Ciudad Universitaria. La Casa de Campo, antes propiedad de la Casa Real, es entregada al pueblo. En 1935, la Villa supera el millón de habitantes
Van a surgir muchas ideas  tratando de perfilar un diseño para el “futuro Madrid”, afectando a nuestro barrio en numerosos proyectos. La guerra impedirá finalizar cualquier actuación.




(Resumen de las 100 páginas del trabajo original que cuenta con una tanda de actividades al final de cada etapa) 




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